Cuando uno está en la universidad de periodismo, los profesores y alumnos más adelantados le advierten de lo duro que es este trabajo y de la pasión y dedicación que precisa. Se sabe que los horarios son de locura, se trabaja bajo mucho stress y que uno «sabe cuando entra a la redacción pero nunca cuando sale», me recordaban una y otra vez. Continue reading “No hay perdón” »