Toni Ortolà – El funambulismo o como el diseñador busca el equilibrio

Una de las preocupaciones del día a día de los diseñadores es el equilibrio a la hora de realizar cualquier trabajo de diseño. A veces, hasta somos demasiado obsesivos, pero vaya, es casi una necesidad existencial. Lo tenemos que ver todo alineado entre si, a la derecha, al centro a la izquierda, todo menos nuestra mesa de trabajo. Nos pasamos la vida buscando la famosa proporción aurea, la regla de los tercios o infinidad de reglas, con guias, con cuadriculas base, con normas y explicaciones que a veces no entendemos ni nosotros mismos. Nos gusta el equilibrio y, es así, como debe ser un diseño. A más equilibrio, más agradable a la vista y a la percepción de los mensajes. Es mucho más fácil comunicar con algo ordenado que con un caos de mensajes amontonados y cuando se trata de comunicar hay que ser muy concreto con lo que se quiere decir y si empiezas a amontonar elementos estás dificultando la comprensión del mensaje.

Entonces, ¿el diseño se reduce al equilibrio? Pues no, como en todas las cosas siempre está la parte contraria. Si, también se puede comunciar con la falta de equilibrio. Una barricada en medio de una carretera transmite el mensaje de los manifestantes, porque ha roto el equilibrio normal de la circulación de coches y porque crea el caos. Si colocamos un elemento que rompe con la alineación, provocará que nos fijemos en él y, por lo tanto, estaremos desviando la atención hacia ese lugar. Esta “nota discordante” puede ser un eslogan, una imagen, un precio, lo que queramos que el receptor perciba en primer lugar y de forma clara.

Con esta pequeña reflexión de equilibrio o desequilibrio lo que pretendo es aconsejar a los diseñadores que hay que estar abiertos a todas las posibilidades con tal de comunicar el mensaje, ya que lo importante es COMUNICAR, no de que manera.

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