«La crisis ha debilitado la creatividad», Sergio Rodríguez

El pasado jueves 17 de octubre, en Dénia, contamos con la presencia del gran Sergio Rodríguez.
Sergio Rodríguez, publicista, nos llevó de la mano por un recorrido de la historia de España a través de la Publicidad. Analizando anuncios, Rodríguez analiza la sociedad española, sus costumbres, su cultura y su forma de vivir desde 1930 hasta la actualidad.

En tresT Comunicación tuvimos la ocasión de compartir con él una agradable cena y unas más que interesantes palabras. Esto fue lo que se dijo:

1.- Para usted, Diplomado en Empresariales, Licenciado en Marketing y, si me permite, historicista ¿qué es la publicidad?

Una de las múltiples formas en las que alguien o algo interesado en vender, persuade a otro que está o podría estar interesado en comprar.

2.- Según su opinión y basándose en los trabajos que ha realizado, ¿ha detectado qué se nutre de qué? ¿La publicidad de la sociedad o la sociedad de la publicidad?

La publicidad de la sociedad. Un gran publicitario y amigo, Luis Bassat, lo explica muy bien con el siguiente ejemplo: los publicitarios somos como surfistas, que esperan en la orilla viendo las olas llegar. Esas olas podrían ser algo que fuese grande, una tendencia, una moda… pero que aún son solo un comienzo… de ola. El publicitario ha de saber en cual subirse con la tabla. Si es buena la ola, llegará el primero a la orilla. Por eso parece que el publicitario ha creado una moda, una tendencia, pero no es así, solo la ha identificado en su origen.

Lo mismo pasa con otras facetas de la sociedad. La publicidad se nutre de ella y luego adapta esa información a la comunicación de los productos o servicios.

3.- ¿En qué manera y de qué manera influye, si es que considera que influye, la Publicidad en la Sociedad?

Algo explicaba antes. La publicidad canaliza valores que ha detectado en la sociedad, algunos incluso no percibidos por la sociedad misma de una manera inconsciente. Esos valores se ven más o menos acelerados por la presión publicitaria… pero también por otro tipo de presiones, como la informativa en los medios, las relacionales con nuestro entorno de amigos y familia…

4.- ¿Es posible una sociedad de consumo son publicidad, un mundo sin publicidad?

El ser humano, desde que desarrolla un intelecto que le permite cultivar o criar animales para su subsistencia, ha necesitado intercambiar sus excedentes una vez que ha tenido cubiertas sus necesidades. Desde hace miles de años, los excedentes se comercializaban con mayor o menos carácter persuasivo. Forma parte de nuestra condición. Es tras la revolución industrial, cuando nacen las marcas frente a la venta a granel, ofreciendo una uniformidad en la calidad y demás, cuando la publicidad nace y comienza a desarrollarse, pero en realidad, no deja de ser sino un paso más de esa necesidad del ser humano de comercializar. Y esto ocurre aquí y en Alaska. Otra cosa es que el ser humano ponga cortapisas al consumo tan férreas como en Corea del Norte.

5.- ¿Ha detectado cambios en la publicidad a raíz del contexto económico? Quiero decir, en el tipo de mensaje que se lanza.

Indudablemente. El miedo al fracaso ha aumentado y, por lo tanto, la creatividad, se ha visto debilitada. Ahora prima una publicidad racional, donde las características del producto o servicio pero sobre todo el precio, mandan. Lo podemos ver en los últimos anuncios de BMW, donde la emoción ha dejado pasado a la financiación del coche.

6.- En tresT consideramos que la publicidad es básica para toda empresa, negocio, incluso, persona (uno debe crearse una imagen frente a los otros). A escala empresarial, consideramos que la publicidad es la forma de socializar de las empresas y que marca su personalidad: ser simpáticos o no, ser los populares o los empollones, los que buscarías para pasarlo bien o los que buscarías si tienes un problema gordo. Pero hay muchos empresarios de pequeñas empresas y familiares que creen que la publicidad es un gasto inútil, que la publicidad es un mundo para Pepsi, Coca-Cola y Nike, ¿qué opina usted al respecto?

Con una opinión así, me cuesta creer que se les pueda denominar “empresarios”. Un empresario no piensa así. Quizás deberíamos llamarles “negociantes”.

Todas las empresas tienen un origen. Y todas empiezan pensando en ser grandes, en crecer. Si no, ¿para qué montar una empresa? La publicidad ha demostrado que es vital para el desarrollo de una empresa, pero ojo, esa publicidad hay que entenderla en un concepto amplio, el de la comunicación; así se explican casos como Zara o Starbucks, donde la publicidad convencional no aparece. Quizás ese “negociante” recele del folleto o de un anuncio en prensa, quizás incluso ha tenido malas experiencias; también es cierto que la situación actual la ha puesto en tela de juicio, pero no sería justo que toda la culpa la recibieran los anuncios. ¿Ha pensado ese cliente receloso en que también puede haber errores en su producto, en su nombre, en su logotipo, en su atención al cliente, en sus precios… o, que la agencia de publicidad con la que tiene relación, también ocurre, no es tan buena como ella dice?

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