Uno piensa que el trabajo de publicidad y diseño gráfico es sentarse frente al ordenador y dejarse inspirar por el santo del día. Pero nada más lejos de la realidad.
Detrás de cada campaña, de cada mensaje publicitario, existe un fuerte trabajo de fondo basado en la planificación. Conocer lo que va a suceder y adelantarse a los acontecimientos es la clave. Con esto, no quiero decir que el trabajo del publicista sea ser adivino, ni mucho menos.
Hay fiestas, promociones y eventos que se repiten año tras año en un negocio y la clave de la comunicación es tener bien registrados todos estos «seguros» para poder atender de mejor manera los «imprevistos» porque os aseguro que haberlos, haylos.
A la hora de planificar un calendario de marketing hay que tener un cuenta las fechas que sabemos que van a ser importantes y con las que queremos trabajar. A partir de ahí se elaborará una agenda en la que se trabajará de forma anticipada en todos estos eventos.
Planificar, planificar y planificar.
En el día a día surgen muchos imprevistos, muchos trabajos urgentes que deben salir el mismo día a la calle. Si tenemos el trabajo bien hecho, podremos atender de mejor manera a todas estas exigencias.
Para resumir. Mientras todo el mundo ahora celebra la Navidad, nosotros estamos ya con la cabeza en San Valentín; Cuándo todo el mundo celebra San Valentín, pensamos ya en Semana Santa; En Semana Santa, estamos ya de vacaciones de verano y, cuando todo el mundo disfruta de sus vacaciones, nosotros ya tenemos un pie en la Vuelta al Cole.
Pues eso, feliz San Valentín, digo, Feliz Navidad.
