-«Otra vez publicidad, esta película no va a acabar nunca»- Esta puede ser una frase típica de cualquier noche en un hogar español. Estamos hartos de publicidad, de anuncios y «mensajes que nos mueven a la compra y a la defensa del sistema capitalista», se ha oido decir a algún que otro detractor de la publicidad.
Lo malo de este pensamiento es que no nos damos cuenta de que la publicidad no es nueva, no es una disciplina moderna y, mucho menos, se alimenta de la sociedad capitalista. En una noticia publicada hoy en marketingdirecto.com aseguran que la publicidad es la «segunda profesión más antigua del mundo, pues se remonta al antiguo Egipto la idea de querer promocionar un negocio».
En cualquier caso, es verdad que las formas han cambiado, el método ha cambiado y, por supuesto la calidad ha cambiado.
Hoy en día tenemos publicidad muy buena, ingeniosa, creativa, inteligente, con humor y capaz de crear grandes historias en una gráfica o en un spot de 30 segundos. La publicidad, en nuestros días busca seducir. Tanto es así que, la palabra «seducción publicitaria» tiene su propia entrada en Wikipedia, la página de referencia de millones de internautas en todo el mundo.
En wikipedia.org/seducción_publicitaria leemos: se trata de «uno de los factores […] utilizados en publicidad que remite a una enfoque irracional […] cuyo objetivo fundamental es estimular el deseo del consumidor».
No debe extrañarnos esta búsqueda de la publicidad por agradar, por seducir, puesto que todos buscamos lo mismo. Pero parece la eterna discursión del qué fue antes, ¿el huevo o la gallina? En nuestro caso ¿quién se copia de quién? ¿es la publicidad quién imita a la sociedad seduciéndoles o, por el contrario, es la sociedad quién imita el modelo de seducción marcado por la publicidad?
La cuestión es que todos queremos seducir y agradar. Tanto es así que, modelos de vida como el de las protagonistas de Sexo en Nueva York son de los más imitados por centenares de mujeres en todo el mundo; el blog de elmundo.com la Cama de Pandora sigue al pie del cañón desde agosto de 2009 (y desde aquí esperemos que mucho más) y así, de este rollo viven centenares, millones de personas grácias a la moda, concursos de belleza y libros de seducción como el publicado recientemente por Alicia Misrahi Manual de la aprendiza de depredadora junto con muchos más que aparecen en cualquier buscador de Internet.
La publicidad usa las ansias de agradar y se seducir que tiene la sociedad para captarles y, mediante los cantos de sirena convencerles. Así que no detestemos la publicidad porque es un reflejo claro de nosotros mismos.
Enlaces de Interés
Entrevista a Alicia Misrahi en lavanguardia.co
La Publicidad busca seducir a los clientes
PUBLICIDAD QUE SEDUCE