Como responsable de marketing freelance de diferentes empresas, desde tresT asistimos a diario a la nebulosa que existe entorno al concepto de marketing por parte de los empresarios y público en general. No me preocupa tanto el hecho de que el público en general confunda el término, pues no es de su competencia conocerlo. Lo problemático del caso es que el concepto de marketing se confunda entre la clase empresaria y/o responsable de una empresa.
Folletos no es Marketing
En muchas ocasiones vemos cómo muchas empresas, más de las deseadas, al hecho de editar unos folletos o flyers y hacer un par de publicaciones en Facebook lo entienden por marketing Y ESTO NO ES MARKETING.
El markeing es mucho, muchísimo más amplio y engloba observación, investigación, estudio, planificación y puesta en marcha de una estrategia que tiene como fin lograr determinados objetivos a medio-largo plazo.
Como veis, digo «lograr determinados objetivos» y no digo aumentar las ventas, aunque los empresarios medios sea lo único que persiguen. Entre los objetivos de marketing puede figurar el aumento de las ventas claro esta, pero mucho más. Lograr mayor tasa de recuerdo, lograr mayor reconocimiento de marca, aumentar el retorno de los clientes, disminuir la tasa de devoluciones de compra….
Con el tiempo, el mejor símil que he encontrado para hacer comprender la complejidad que hay detrás del término marketing es el siguiente.
Te encuentras en una isla desierta y quieres salir por lo que empiezas a lanzar mensajes en una botella. Lo haces sin frecuencia, sino que, cada vez que la marea te saca una botella y material para escribir la retornas al mar. Esto equivale a hacer folletos cuando quieres, y cada vez haciendo ofertas de lo que quieres albergando la esperanza de que, alguno de los 10.000 folletos que has impreso y repartido llegue a un cliente potencial y se convierta en cliente. ESTO NO ES MARKETING
Siguiendo con el mismo ejemplo, ¿qué sería marketing?
Digamos que te encuentras en la misma isla desierta y persigues el objetivo de salir de ella. Lo que haces es observar que, los días pares, a las 12.00 horas pasa un vuelo comercial, un Boing 747, con dirección norte y que en la costa sur de la isla en la que te encuentras hay troncos secos pero que cada noche de humedecen con el rocío del mar y que en la costa oeste de la isla hay lo que parece ser una antigua vela de barco.
Con todos estos datos trazas un plan: La noche del próximo día impar recogerás la leña y la pondrás bajo la vela para que no se humedezca. Por la mañana la recogerás seca, con lo que podrás hacer una hoguera que prenderás a las 11.15 con el fin de que a las 12.00 horas, justo en el instante en el que pasa el vuelo comercial Boing 747, tu hoguera esté al máximo de potencia. Con la vela harás una serie de señales de humo para que el piloto o la tripulación puedan verla. Esto, amigo, ES MARKETING.
Realizar flyers sin previsión alguna o hacer publicaciones en Facebook sin planificación es lanzar mensajes en una botella al vasto océano. Por el contrario, estudiar el mercado, observarlo y ver de que manera puedes influir en él dándole lo que necesita en cada momento (es decir observar tu isla y jugar con tus recursos) es marketing.
Realizar flyers sin previsión alguna o hacer publicaciones en Facebook sin planificación es lanzar mensajes en una botella al vasto océano.
Marketing = Mercadeo
Quizá el problema lo tenemos en la misma palabra: marketing. Al tratarse de un término en inglés, los hispanohablantes no sabemos muy bien su significado. Por ello me gusta mucho más el término mercadeo, muy usado en países de Sudamérica.
Mercadeo, la traducción de marketing, es mucho más entendible para nosotros y es podría traducirse, etimológicamente, como la ciencia de hacer mercado.
Todas las empresas están en un mercado, más o menos grande, pero todos ellos saturados hoy en día en su mayoría. Por ello, imagina un antiguo mercado persa, lleno de paradas, animales, verduras, frutas y puestos muy difíciles de distinguir unos de otros. ¿Cómo haces para diferenciarte? Pues hay que poner en marcha técnicas que te ayuden a hacer el «mercado». ¿Pintar tu puesto de rosa? ¿Vestir de verde? ¿Coger un megáfono y prodigar tus ofertas? ¿Regalar muestras de producto? No lo se, depende de lo que quieras conseguir.
Los mercados se han vuelto espacios tremendamente complicados, donde hay que saber jugar y ahí es donde entra el marketing.
Share